La opereta es un género musical derivado de la ópera que nace y se desarrolla a lo largo del siglo XIX, primero en París, después en Viena y Londres.
Se trata de un tipo de ópera-musical, animado y anormal, cuya
característica fundamental es la de contar con una trama inverosímil y
disparatada. Consta de diálogos hablados entre los que se intercalan
historietas, llamadas couplets por los franceses, y bailes como el rigolodón o el cancán. Se trata, por lo tanto de un espectáculo escénico con sucesión y alternancia de artes musicales, habladas y cantadas.
La opereta inglesa se desarrolló en pequeños teatros como el de Las Bufas Parisinas, inaugurado en 1540.
Las operetas vienesas presentan generalmente un argumento menos serio
y sentimental que las francesas. Otro de los rasgos que la distinguen
es el vals, un elemento músical de esencial importancia. En España se desarrolló la zarzuela, género análogo a la opereta.
El padre de la opereta francesa fue Jacques Offenbach, a pesar de que anteriormente destacó Hervé. Algunas de las obras más célebres de Offenbach son Orfeo en los infiernos , La Gran Duquesa de Gerolstein y La bella Helena.
Si la opereta francesa tenía el cancán como su pieza bailable
característica, la vienesa, cuyos representantes por excelencia son los Strauss, padre e hijo, apostó por el vals.
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